sábado, 10 de noviembre de 2012

BUCEO PROFUNDO

En buceo recreativo, se entiende que cualquier buceo por debajo de 30 metros

Es un buceo
profundo, que requiere una mayor preparación al revestir mayores riesgos. La fundamental
diferencia entre el buceo recreativo normal y el buceo profundo es la frecuente imposibilidad de ascender a superficie directamente si surge alguna complicación, debido a la posible necesidad de alguna parada de descompresión, o la imprescindible parada de seguridad, si aquéllas no fueran precisas.
















EQUIPO
El equipo habitual es suficiente para buceo profundo, únicamente se recomienda el uso de
ordenador de buceo al objeto de controlar más detalladamente las coordenadas del buceo; aunque ello no exime de la necesidad de llevar también reloj, profundímetro y tablas, para el caso de un fallo del ordenador.
Un regulador balanceado es muy útil en buceo profundo, donde se le va a exigir un rendimiento mayor del habitual. Un regulador no balanceado exigiría un mayor esfuerzo respiratorio, debido al aumento de la densidad del aire, que a profundidades importantes, puede resultar estresante,dificultándonos la concentración necesaria para no cometer errores, que pueden propiciar un accidente.Es necesario controlar perfectamente el buen estado de todos los elementos del equipo antes de lanzarse a un buceo que implica un riesgo mayor del habitual. Hay que asegurarse de que el regulador está perfectamente ajustado, así como la fuente alternativa de aire, que el manómetro está trabajando correctamente, y que todos los instrumentos están en buenas condiciones. Hemos de tener en cuenta también una buena protección térmica, no sólo porque normalmente a mayor profundidad el agua está más fría, si no porque el descenso será de mayor duración que en un buceo normal, así como el ascenso, y si a ello le añadimos paradas de descompresión, veremos que el buceo se alarga sustancialmente. Siempre que ello sea posible, usaremos boya de señalización, si no constantemente, por lo menospara indicar donde nos encontramos mientras realizamos las paradas precisas. En un buceo profundo, si hay la más leve corriente, podemos salir a una buena distancia del punto inicial y es preciso facilitar la labor del equipo de a bordo.

PROCEDIMIENTOS

Un buceo profundo debe planearse con anticipación procurando prever todas las necesidades que puedan surgir. Una vez decidido el lugar y las circunstancias ambientales, debe elegirse el personal que permanecerá a bordo de la embarcación para atender cualquier emergencia, siendo necesarias, además del patrón, un mínimo de dos personas que sean buceadores experimentados. Es preferibleque el grupo de buceadores no sea numeroso, lo ideal es un máximo de cuatro, en dos parejas claramente definidas, responsabilizándose cada buceador de su compañero. Siempre que sea posible el descenso y el ascenso, se harán por el cabo del ancla de la embarcación, en cuyo caso es una buena medida precautoria, dejar una botella equipada con regulador y octopus, completamente llena, sujeta al cabo del ancla a una profundidad de 6 metros. De este modo, en caso de falta de aire, siempre se puede usar esta reserva para descomprimir. Debe quedar perfectamente claro antes del buceo, que cualquier incidente que complique su normal desarrollo de modo que éste implique un riesgo, deberá darse por terminada la inmersión, siendo uno sólo de los buceadores, el responsable de tomar la decisión. En cualquier momento que uno de los buceadores quiera ascender, lo comunicará a su compañero de buceo y ambos ascenderán sin demora
NARCOSIS
La narcosis, de acuerdo con los últimos estudios realizados es una disminución de la capacidad
de comunicación entre las neuronas debido a un aumento de la presión parcial de los gases
inertes del aire, principalmente el nitrógeno, debido a su alto porcentaje en el aire.
Aunque sus efectos no son predecibles, el que pretenda hacer buceo profundo, debe conocer
cual es su umbral de aparición de narcosis personal, es decir, a que profundidad ha sentido
síntomas en alguna ocasión. Esa profundidad no debe rebasarse por ninguna razón.
No obstante, existe la posibilidad de acostumbrar paulatinamente a nuestro organismo para
aumentar la profundidad alcanzada sin sufrir afectación por narcosis. Para ello se necesita la
colaboración de otro buceador con quien se haya buceado frecuentemente, de modo que ambos
puedan darse cuenta rápidamente en caso de comportamiento extraño del otro.
El sistema para lograrlo requiere dedicación y tiempo. Se trata de realizar buceos
progresivamente más profundos para aclimatarse. Puede empezarse con 4 ó 5 buceos a la
profundidad previa de aparición de síntomas; si al cabo de esas inmersiones dejan de aparecer
los síntomas, realizar 4 ó 5 buceos descendiendo de 5 a 10 metros más, controlando las
reacciones; esta pauta pude seguirse aumentando progresivamente la profundidad.
No obstante, hay que tener en cuenta que en ocasiones se puede estar sufriendo los efectos
narcóticos del nitrógeno, sin percatarse de ello, por tanto es conveniente controlar de alguna
manera que el buceador está en perfectas condiciones. Para ello es imprescindible la ayuda del compañero. Bret Gilliam, autor de incontables textos sobre buceo técnico recomienda la “técnica del dedo”, ésta consiste en que un buceador le muestra al otro un número determinado de dedos de una mano, el otro debe responder mostrando uno más. Se necesita un mínimo de coordinación y demuestra la capacidad de razonar.
Existen otros métodos para comprobar los efectos de la narcosis durante el buceo, que consisten en darle al buceador una tarea específica a realizar cada pocos metros; por ejemplo escribir en una tablilla la profundidad y la presión de aire de la botella cada 5 metros. De este modo se comprueba su capacidad de concentración para realizar dos tareas simultáneamente. Otro ejercicio podría ser darle al buceador entes de sumergirse un tornillo largo con tres tuercas y tres arandelas, instruyéndole para que coloque en el tornillo las roscas intercalando arandelas, procediendo a la inversa y descendiendo cinco metros más para hacerlo de nuevo. También se le puede dar tablillas de escritura con operaciones aritméticas sencillas, y pedirle que resuelva una cada 5 metros mientras desciende a lo largo de un cabo, por ejemplo:

5 x 13 = 20 m
6 x 12 = 25 m
21 x 9 = 30 m
13 x 9 = 35 m
Presión = 40 m
21 x 7 = 40 m
La práctica repetitiva de estas técnicas ayuda a vencer los efectos de la narcosis y a aumentar la
profundidad a la que se puede descender de un modo razonablemente seguro. Es inútil decir que
en el momento en que el buceador deje de realizar las tareas encomendadas correctamente, el
momento de disminuir la profundidad ha llegado.

CONTROL DEL AIRE
Otro de los puntos importantes en el buceo profundo es el control del aire necesario para un
buceo específico. Es preciso llevar aire suficiente para el buceo planeado y para cubrir
contingencias que puedan presentarse. Para ello debemos conocer nuestro consumo a la
perfección. El primer paso consiste en averiguar cual es el consumo medio de aire de cada
buceador.
Ello se consigue, tomando una botella cargada a 200 ata y descender a una profundidad determinada, permaneciendo a la misma por espacio de un tiempo determinado. Al emerger comprobar la presión de aire en la botella. Cuanto más largo sea el periodo de permanencia en el fondo, más aproximado será el cálculo del consumo medio. Imaginemos que hemos permanecido con una botella de 12 litros a 12 metros durante 30, minutos y al ascender el manómetro marca 120 ata.
Aire en la botella al inicio 12 x 200 = 2400 l
Presión ambiente a 12 m 12 / 10 + 1 = 2,2 ata
Aire consumido 2400 - (120 x 12) = 960 l
Aire consumido por minuto 960 / 30 = 32 l / m
Equivalente en superficie a 32 / 2,2 = 14,54 l / m
Hemos averiguado por este medio que nuestro consumo es de 14,54 litros por minuto cuando buceamos, para
concedernos un margen de seguridad amplio procederemos en adelante como si el resultado hubiera sido de 20 litros.
Veamos ahora como aplicar este consumo a un buceo planificado.
Imaginemos que utilizamos la Tabla del Dr. Bühlmann y que queremos descender a 40 metros con un tiempo de fondo
de 20 minutos. De acuerdo con la tabla necesitamos tres paradas de descompresión, a 9, 6 y 3 metros de 2, 4 y 10
minutos respectivamente. Calcularemos primeramente el consumo en el fondo:
21 minutos x 20 litros/minuto x 5 ata = 2100 litros
A continuación los consumos en las paradas:
a 9 metros : 2 minutos x 20 l/min x 1,9 ata = 76 litros
a 6 metros : 4 minutos x 20 l/min. x 1,6 ata = 128 litros
a 3 metros : 10 minutos x 20 l/min. x 1,3 ata = 260 litros
Hasta aquí el cálculo de las etapas de buceo de presión constante, hemos de calcular también las etapas en que estamos descendiendo y ascendiendo:

Descenso a 40 metros : 40m / 20 m/min. = 2 minutos
Tiempo que habremos de restar del tiempo de fondo, y por tanto de su consumo.
Ascenso de 40 a 9 metros = 31 m/ 20 m/min. = 1,55 minutos
Redondearemos a 2 minutos.
Para calcular el consumo en etapas en que la presión varía, utilizamos la presión media de la etapa, en nuestro caso sería en el descenso de:
(1 ata + 5 ata) / 2 = 3 ata

En el descenso hemos visto que invertiremos 2 minutos, por tanto el consumo será de
2 min. x 20 l/min. x 3 = 120 litros
En el ascenso de 40 a 9 la presión media sería de:
(5 + 1,9) / 2 = 3,45 ata

Por tanto el consumo de los 2 minutos del ascenso sería:
2 min. x 20 l/min. x 3,45 ata = 138 litros
Una vez explicado paso a paso vamos a hacerlo seguido:


Aire en la botella al inicio 12 x 200 = 2400 l
Presión ambiente a 12 m 12 / 10 + 1 = 2,2 ata
Aire consumido 2400 - (120 x 12) = 960 l
Aire consumido por minuto 960 / 30 = 32 l / m
Equivalente en superficie a 32 / 2,2 = 14,54 l / m

Etapa Consumo
medio Tiempo Presión
ambiente Consumo
Descenso 20 l/min 2 3 120
Fondo 20 l/min 19 (*) 5 1900
Hasta 9
m 20 l/min 2 3,45 138
A 9 m 20 l/min 2 1,9 76
A 6 m 20 l/min 4 1,6 128
A 3 m 20 l/min 10 1,3 260
Total 2622

(*) Se han descontado los dos minutos del descenso
Vemos pues que el consumo total de este buceo será de 2622 litros, lo que implica que precisaremos de botellas con una capacidad de:
2622 / 200 = 13,11 litros
Obrando prudentemente, nos equiparemos como mínimo con una botella de 18 litros cargada a 200, lo que nos da una reserva de seguridad de:
3600 - 2622 = 978 litros
Que puede parecer una exageración, pero que nos asegura que completaremos el buceo sin problemas debidos a falta de aire, cubriendo además el aire que utilicemos en el chaleco, en las pruebas de reguladores en superficie, etc.
Cuando utilicemos este sistema de cálculo de consumo es muy importante no olvidar ninguna etapa del buceo, por lo que es sumamente recomendable dibujar la gráfica del buceo y numerar en la misma sus etapas (en los gráficos se han numerado las etapas en rojo del 1 al 6).
También es importante que en la gráfica sea fácil reconocer las cifras que indican tiempo y las que indican
profundidades, para evitar confusiones a la hora de hacer los cálculos, bien indicando si son metros o minutos, bien encerrando en un círculo los tiempos, por ejemplo. Lo importante no es el método utilizado, si lo es que resulte prácticamente imposible el error.
Es conveniente, al objeto de extremar la exactitud del cálculo añadir un minuto entre cada parada y la siguiente y otro adicional entre la última y la superficie. No se ha hecho en el ejemplo anterior debido al escaso impacto sobre el resultado final (de 9 a 6 metros es de 29 litros, de 6 a 3 de 26 litros y de 3 a la superficie de 23 litros, total 78 litros), pero debería hacerse si lo que se desean son cifras exactas.
















 










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